El ácido hialurónico es un polisacárido del grupo de los glucosaminoglucanos  constituido por residuos de ácido glucurónico y N-acetil glucosamina. Es responsable de la elasticidad de la piel, reteniendo a su alrededor gran cantidad de moléculas de agua aportando volumen a los tejidos.

Las arrugas son depresiones dermoepidérmicas. Con la edad se va fabricando menos ácido hialurónico y se va reabsorbiendo más temprano. Los fibroblastos son los encargados de segregar el ácido hialurónico y con la edad va dejando de segregarlo.

En otras ocasiones, es necesario recuperar el hueso perdido a lo largo del tiempo y se realizan técnicas de regeneración ósea o por ejemplo, en el maxilar superior, elevaciones del seno maxilar.

El envejecimiento empieza a partir de los 25 años. El tercio más afectado es el inferior. Los dentistas somos quienes tratamos esta zona.

A medida que envejecemos, los fibroblastos dejan de segregar la molécula del ácido hialurónico. El  ácido hialurónico proporciona hidratación y volumen en la dermis.

Su función es atraer moléculas de agua que hacen que la piel se vea más jugosa e hidratada

Abajo pueden consultar las preguntas frecuentes sobre este tipo de tratamiento.