Preguntas frecuentes

Ortodoncia

En niños desde los 3 años ya se pueden diagnosticar problemas de maloclusión, hábitos, problemas funcionales que se pueden tratar de manera muy conservadora de manera temprana con mucho mejor pronóstico que si se espera más adelante. De manera, que el niño crece en armonía si se corrige en esa edad y de manera muy conservadora. Hay que individualizar cada caso.

Depende del caso. Hay casos en los que será necesario desde los 4 años tratamientos de RNO (rehabilitación neuro-oclusal), o bien, tipo 6-7 años tratamientos de ortodopedia (problemas óseos transversales, sagitales o verticales), o bien mediante, alineadores invisibles en niños (para resolver problemas de espacio, interferencias en la erupción dentaria etc.

Sí. Cada vez más adultos corrigen su sonrisa. Habrá que estudiar cada caso para valorar si es factible corregir la maloclusión. Todo dependerá si existe un problema óseo que se pueda o no compensar ortodónticamente. Nuestro gold estándar son los alineadores invisibles.

Generalmente cada 4 a 6 semanas, según el tipo de aparato y la fase del tratamiento.

Sí, pero primero debe estar controlada la enfermedad periodontal y mantenerse una higiene rigurosa durante el tratamiento.

Buena higiene, evitar alimentos duros o pegajosos y acudir a todas las revisiones. Al finalizar, usar retenedores según indicación.

 

Dependiendo de la complejidad del caso y también de la colaboración del paciente. Habría que hacer un estudio individualizado. 

Usarlos 22 horas al día, retirarlos solo para comer o cepillarse, y limpiarlos con agua y jabón neutro.

En una serie de alineadores transparentes y removibles que mueven los dientes de forma progresiva y discreta.

Depende del caso, pero con buena colaboración, los tiempos son similares.

Contactar con la clínica cuanto antes. Se valorará si usar el siguiente alineador o repetir el anterior.

Es un aparato que expande el maxilar superior en anchura para corregir mordidas cruzadas y ganar espacio cuando no hay suficiente para la erupción de los dientes definitivos.

En niños con crecimiento insuficiente del maxilar superior a nivel sagital (clase III), para guiar el desarrollo facial correctamente.

La edad ideal es entre los 5 y 8 años. Se aconseja no más a llá de los 10 años, pero hay casos que nos llegan tarde y no nos queda más remedio que aprovechar crecimiento residual. Habrá que valorar cada caso de manera individual.

No, siempre que se mantenga una buena higiene y se realicen las revisiones periódicas indicadas.

Sí. Cada vez más niños se benefician de los tratamientos con alineadores transparentes. En edades tempranas, el crecimiento óseo está en pleno desarrollo, lo que nos permite guiar el desarrollo de los maxilares, corregir hábitos orales y favorecer una oclusión estable a largo plazo.

Los alineadores ofrecen mayor comodidad, higiene y estética, además de una mejor colaboración por parte de los niños gracias a su diseño removible y discreto.

En nuestra clínica, tratamos más casos con alineadores en niños que en adultos, porque aprovechamos el momento ideal del desarrollo para obtener resultados más eficaces, estables y menos invasivos.

Odontopediatría

Lo ideal es a partir del primer año de vida o cuando erupciona el primer diente (en torno 6 meses), para prevenir problemas y crear buenos hábitos de higiene y dietéticos desde el inicio.

Depende de la edad. La caída suele empezar alrededor de los 6 años. Si ocurre antes, conviene una revisión para asegurarse de que todo evoluciona bien.

Con una buena higiene diaria, uso de pasta fluorada adecuada, revisiones periódicas y controlando el consumo de azúcares.

  • Pulpotomía: se elimina solo la parte afectada del nervio en la corona del diente, manteniendo la raíz viva.
  • Pulpectomía: se retira todo el nervio del diente (corona y raíz) y se sella el conducto, similar a una endodoncia en dientes temporales.

Debe acudir cuanto antes a nuestra consulta. Incluso si no hay fractura visible, es importante evaluar posibles daños internos.

Sí. Aunque no tenga dientes debes mantener su boca limpia de restos de leche; y desde que le salga el primer diente utilizar el cepillo. Más abajo se detalla el protocolo.

Desde que le sale el primer diente.

  • Menos de 6 meses: Retira los restos de leche con una gasa humedecida o un dedal de silicona. Mínimo una vez/día.
  • 6 meses a 6 años: Empiezan a salir los dientes con 6 meses (los dos incisivos inferiores). Empieza el cepillado. Cepillo pequeño suave. Pasta de dientes fluorada con 1000ppm de flúor. Cantidad 1 grano de arroz. Dos veces/día. 
  • Mayor de 6 años: Cepillado con pasta de dientes fluorada 1450ppm. Cantidad 1 guisante. El cepillado debe ser siempre supervisado por un adulto. Tres veces al día. El más importante el de la noche. Los niños no son autónomos hasta al menos los 8-9años.

Lo primero es acudir directamente a un dentista y no a un ambulatorio/hospital.

Pueden ocurrir distintos escenarios: 

  • Si el diente HA SALIDO DE BOCA: ACTÚA RAPIDO! Las mayores posibilidades para salvar el diente son en los primeros 20min.
  1. Encuentra el diente
  2. Coge el diente por la corona. No toques la raíz
  3. Acláralo con agua e inmediatamente, colócalo en su lugar (habrá un hueco en la encía a pesar del sangrado que pueda existir
  4. Para mantener el diente en su lugar, es necesario que el niño cierre la boca mordiendo una gasa o pañuelo limpio entre los dientes superiores e inferiores
  5. Si no puedes colocar el diente en su lugar, colócalo en leche fría inmediatamente! (leche desnatada preferiblemente)
  6. Acude inmediatamente al dentista.

Atención: las recomendaciones anteriormente detalladas con para dientes permanentes. NUNCA coloques un diente de leche de vuelta en boca.

  • Si el diente está DESPLAZADO:
    1. Se trata de una emergencia y necesita atención inmediata de un dentista.
    2. Intenta colocar el diente con suavidad en su posición original
    3. El niño debe cerrar la boca con una gasa, pañuelo limpio o servilleta entre los dientes superiores e inferiores.
    4. Visítanos lo antes posible! Las primeras horas son críticas.
  • Si el diente está INTRUIDO:
    1. Esta lesión necesita tratamiento lo antes posible.
    2. El diente está impactado dentro de las encías y el hueso. En algunos casos, puede ser que el diente no sea visible.
    3. El niño debe cerrar la boca con una gasa, pañuelo limpio o servilleta entre los dientes superiores e inferiores.
    4. Visítanos lo antes posible! Las primeras horas son críticas.
  • Si el diente tiene MOVILIDAD:
    1. Esta lesión necesita tratamiento lo antes posible.
    2. Intenta colocar el diente con suavidad en su posición original
    3. El niño debe cerrar la boca con una gasa, pañuelo limpio o servilleta entre los dientes superiores e inferiores.
    4. Visítanos lo antes posible! Las primeras horas son críticas.
  • Si el diente está ROTO:
    1. No se trata de una emergencia pero necesita tratamiento
    2. Intenta encontrar el trozo y consérvalo en agua o leche (no lo mantengas seco)
    3. El dentista puede pegarlo nuevamente. Visítanos lo antes posible!
  • Si HERIDAS EN LABIOS Y TEJIDOS BLANDOS:
    1. Los tejidos blandos se lesionan con frecuencia en estos accidentes
    2. Los más frecuentes son cortes y hematomas.
    3. Estas lesiones pueden estar dentro o fuera de la boca y deben ser limpiadas lo antes posible.
    4. El sangrado de los tejidos blandos debe ser controlado aplicando presión
    5. Busca asistencia médica/dental dependiendo de la gravedad de la lesión
  • Si LESIONES EN MANDÍBULA Y ARTICULACIÓN:
  1. Se trata de una emergencia y necesita tratamiento
  2. Llama a los servicios de emergencias por teléfono en caso de lesiones severas o si el paciente es incapaz de respirar con normalidad o está desorientado.
  3. Si el paciente está inconsciente, colócalo en posición de seguridad (de lado). Asegúrate que es capaz de respirar y no está afixiándose.
  4. Sujeta la mandíbula suavemente con tus manos o un vendaje mientras vas de camino a urgencias
  5. El vendaje debe ser fácil de retirar en caso de que el paciente necesite vomitar.

Ve inmediatamente al hospital más cercano o servicio de urgencias.

El uso de chupete de manera prolongada provoca que el niño crezca con malformaciones como paladar ovijal o mordida abierta. Siempre recomendamos que a los 2 años se retire el chupete.

El hábito de chuparse el dedo cuando el niño ya tiene dientes en boca es muy perjudicial para su oclusión pues provoca abanicamiento anterior de los dientes anterosuperiores y mordidas abiertas. Es preferible evitar este hábito.

Implantología

Los implantes dentales constituyen la manera más natural de reponer los dientes ausentes.  Consisten en tornillos de titanio que se colocan en el hueso de las zonas donde no hay dientes y sirven para soportar los nuevos dientes. Los dientes implantados producen las mismas sensaciones de firmeza y confort que nuestros propios dientes.

Siempre que exista la ausencia de unas o más piezas dentales, no habiendo ningún límite de edad para colocarlos, por lo que es posible incluso rehabilitar a personas mayores que tradicionalmente se veían obligados a llevar una dentadura completa si perdían sus dientes.

  • Permiten reponer dientes sin desgastar los dientes sanos.
  • Ofrecen mayor estabilidad y comodidad.
  • Ayudan a mantener el hueso y la forma facial.
  • Tienen una larga duración con buenos cuidados.
  • Se sienten y funcionan como dientes naturales.

Los implantes, además de proporcionarle nuevos dientes, contribuirán a que el resto de su dentición dure más tiempo.

En cualquier caso, los implantes tienen una tasa de éxito alta, que oscila entre un 95% y 99%.

No necesariamente. Hoy en día existen técnicas avanzadas con implantes que permiten rehabilitar la boca completa de forma predecible y segura, incluso en casos con gran pérdida dental.

Puedes optar por:

  • Prótesis removible completa (de quita y pon).
  • Sobredentadura sobre implantes: prótesis removible apoyada sobre DOS implantes que incrementan enormemente  la retención  de su dentadura.
  • Prótesis fija sobre implantes: consiste en una dentadura FIJA apoyada sobre 6-8 implantes que le ofrecerá las mismas sensaciones que una dentición natural

La elección depende de cada caso y se define en una valoración personalizada.

Generalmente después de colocar implantes hay que esperar 2-3 meses antes de confeccionar los dientes definitivos. Durante ese tiempo es posible llevar provisionales, ya sea fijos o de quitar y poner.
En algunos casos es necesario esperar algo más de tiempo si no hay una adecuada calidad ósea o, si se han empleado técnicas para regenerar el hueso.

Es posible colocar los implantes en el mismo acto en el que se extraen los dientes, pero depende de la situación de cada paciente, individualizamos tu caso según tus necesidades. Se intenta siempre colocar un implante inmediato tras extracción, pero hay situaciones en las que no es posible por el estado óseo o del alveolo, por lo que habría que esperar aproximadamente 2 meses.

Sí. Con técnicas de carga inmediata, en muchos casos se pueden colocar implantes y una prótesis fija provisional al día siguiente o dos días después (depende de los tiempos del laboratorio). La prótesis definitiva se coloca tras la integración del implante (a los 3-6 meses dependiendo del caso).

Pueden producirse unas ligeras molestias postoperatorias durante dos o tres días que generalmente se controlan perfectamente con un analgésico convencional.
Si el caso es más complejo o se han colocado muchos implantes en un mismo acto las molestias pueden ser ligeramente mayores; pero todo controlable mediante medicación.

Los mismos que los dientes naturales, cepillado diario y controles periódicos en su dentista. Los implantes no podrán tener caries pero tienen elementos que se pueden dañar y necesitan ser revisados periódicamente.

Puede ocurrir es una falta de osteointegración del implante en el hueso. Esto puede ser debido a diferentes factores como una mala higiene oral, tabaco, enfermedad periodontal activa o no acudir a los mantenimientos/revisiones pertinentes.

La tasa de fracaso en la osteointegración de los implantes es inferior al 1%.  Por lo tanto, es poco probable que ocurra este hecho si el paciente es colaborador y sigue nuestras indicaciones.

En Patrodent trabajamos con implantes de alta gama que tienen garantía de por vida, como hemos detallado anteriormente, también es necesario la colaboración del paciente para obtener un tratamiento de éxito.

NO es una contraindicación ser paciente periodontal para colocar implantes, pero es necesario que la enfermedad esté controlada (no activa) y se hayan hecho los correspondientes tratamiento y mantenimiento periodontal.

Es una infección e inflamación de los tejidos que rodean un implante. Se trata con limpieza profunda, desinfección y, en casos avanzados, cirugía para recuperar el tejido afectado.

No. El procedimiento se realiza con anestesia local y es indoloro. Después puede haber molestias leves que se controlan fácilmente con medicación.

  • El tratamiento consiste en eliminar todo el material infeccioso del interior de la pieza. Se pasan una serie de limas de diferentes longitudes y anchuras para poder eliminar bien todo el material infectado del interior de las raíces. Se lava el interior con un líquido desinfectante y se seca. Por último, se sella el interior de las raíces con un material biocompatible y finalmente se realiza la reconstrucción definitiva de diente.
  • Dependiendo del caso, habrá veces que el tratamiento se terminará en una misma sesión, o bien, serán necesarias varias sesiones.
  • Una vez realizado el tratamiento, la infección irá desapareciendo al cabo del tiempo.

No. Los implantes dentales no activan los detectores de metales y no generan ningún problema en los controles de seguridad.

Sí. Los implantes están hechos de titanio de grado médico o zirconio, materiales biocompatibles y seguros incluso en pacientes con alergias metálicas.

Sí. Los implantes dentales no impiden realizar una resonancia ni un TAC. Solo pueden generar pequeñas interferencias en la imagen cerca de la zona del implante, pero no representan ningún riesgo para tu salud.

Cirugía

Entre un 85-98% de pacientes jóvenes adultos presentan agenesia (ausencia) de terceros molares o muelas del juicio.

Este especial comportamiento del tercer molar es debido a un problema de adaptación del aparato masticatorio a nuestros hábitos, donde la evolución cultural tiene un papel predominante por encima de la biológica.

Con esto anteriormente dicho, nos referimos a que nuestra dieta actual es mucho más blanda que la dieta salvaje del hombre primitivo, por tanto, nos hemos adaptado a ésta y como consecuencia de ello, el espacio hábil de hueso para habitar los dientes se reduce en mayor proporción que el tamaño dentario, lo cual induce la aparición del apiñamiento dentario.

NO SIEMPRE ES ASÍ.

Las muelas del juicio pueden estar situadas en diferentes posiciones tanto en profundidad como angulación dentro del hueso, las cuales ayudarán a la decisión de actitud terapéutica o abstención.

Es necesaria una planificación minuciosa previa para tomar una decisión acertada respecto al plan de tratamiento.

Así pues, además de un buen estudio radiográfico, será necesario valorar diferentes aspectos como la edad, sintomatología, antecedentes médicos y quirúrgicos, así como la realización de una correcta anamnesis basada en la exploración intra y extraoral.

No existe una edad ideal, si bien es un parámetro importante.

Está demostrado que por encima de los 25 años la tasa de complicaciones aumenta de forma notable.

Sin embargo, si comparamos grupos de edad entre 9 y 17 años, y entre 17 y 24 años, la tasa de complicaciones es prácticamente la misma.

El debate a favor o en contra de la extracción profiláctica de los terceros molares inferiores en impedir la aparición o incremento del apiñamiento dentario anteroinferior ha tenido mucha controversia.

Hay autores que defienden que las muelas del juicio “ejercen una presión desde atrás”, y a la misma vez sostienen que el desarrollo del apiñamiento postpuberal es multifactorial, es decir, que no justifican la extracción profiláctica generalizada de dichos dientes ya que su papel no es excesivamente importante.

El postoperatorio es muy versátil. Depende de diversos factores como son la edad del paciente, la posición e inclinación del cordal, patología asociada, técnica quirúrgica, medicación que tome el paciente, enfermedades concomitantes…

Por lo tanto, el postoperatorio variará según el paciente y la técnica quirúrgica, sabiendo además que el dolor es un síntoma totalmente subjetivo.

Es totalmente normal que la herida sangre ligeramente durante las primeras 24h, pudiendo aparecer la saliva teñida.

También es previsible cierto dolor, inflamación y dificultad de apertura bucal.

NO debe alarmarse si la cara aparece hinchada al día siguiente, pudiendo incluso estar normal y presentarse mayor inflamación a los 3 días de la intervención.

El paciente debe advertir ante cualquier circunstancia que se salga de lo anterior comentado como normal, y debe ponerse en contacto con nosotros.

El seno maxilar es una cavidad de aire que presentamos en el cráneo, en comunicación con la fosa nasal y muy en contacto también con los dientes superiores posteriores, también llamados antrales.

Cuando existe una pérdida de un diente posterior, esta cavidad de aire aumenta su tamaño al no tener el límite dentario que tenía previamente a la pérdida. Ésto provoca que la altura ósea que queda remanente muchas veces no sea suficiente para poder colocar un implante; y es por ello que es necesario realizar este tipo de intervención.

Consiste en elevar la membrana limítrofe de esa cavidad para dar cabida en altura a la colocación de un implante. Hay dos maneras de hacerlo:

  • Abordaje lateral: Mediante una ventana en la parte lateral ósea. Hay veces que se puede colocar simultáneamente el implante y otras veces no.
  • Abordaje crestal: Cuando el déficit de hueso no es tan extremo podemos hacer la elevación de esa membrana en el mismo lecho que se prepara para la colocación del implante. Esta técnica es menos invasiva, si bien, no se puede realizar en todos los casos.

Al ser una cavidad de aire que ha sido manipulada, es muy importante no realizar ningún acto que provoque presión negativa en el seno maxilar, sobre todo durante el primer mes. Estas recomendaciones son:

  • No subir a una montaña
  • No bucear
  • Estornudar con la boca abierta
  • No sonarse la nariz fuerte

El postoperatorio variará según el paciente y la técnica quirúrgica. Hay muchos factores que influyen: como son la duración de la intervención y cantidad de hueso a regenerar. Es previsible cierta inflamación así como hematomas, sobre todo los primeros días. Es importante que el paciente siga bien todas las pautas que le indique el profesional para no tener complicaciones.

El porcentaje de éxito de una regeneración ósea en pacientes fumadores disminuye considerablemente. Es preferible que el paciente deje de fumar para tener asegurada una intervención de éxito.

  1. Extracción dental simple
    Procedimiento para retirar dientes dañados o con movilidad avanzada cuando no es posible conservarlos.
  2. Extracción de muelas del juicio
    Indicado cuando las muelas del juicio no tienen espacio, provocan dolor, infección o apiñamiento.
  3. Cirugía de raíces (apicectomía)
    Permite eliminar una infección en la raíz sin extraer la pieza dental.
  4. Eliminación de quistes y lesiones
    Extirpación de quistes u otras lesiones benignas en hueso o tejidos blandos.
  5. Cirugía preprotésica
    Preparación de hueso y encía para facilitar la colocación de prótesis o implantes.
  6. Frenectomía
    Cirugía para eliminar o remodelar frenillos labiales o linguales que interfieren en la función oral.
  7. Colocación de implantes dentales
    Sustitución de dientes ausentes mediante implantes integrados en el hueso.
  8. Injertos óseos y regeneración
    Aumento del volumen óseo cuando no hay suficiente hueso para colocar implantes.
  9. Exposición quirúrgica de dientes incluidos
    Liberación de dientes retenidos, habitualmente caninos, para permitir su correcta posición.

Cirugía periodontal
Tratamiento quirúrgico de encías para eliminar bolsas periodontales y conservar piezas dentales.

Todas las cirugías mencionadas en el apartado anterior, así como los implantes dentales, pueden realizarse mediante sedación consciente con nuestro equipo de anestesistas especializados en gabinete.

Periodoncia

La enfermedad periodontal tiene una predisposición genética importante, y esto no se puede modificar. Si bien, hay factores que lo agravan y sí se pueden evitar (tabaco, mala higiene oral, etc.). Si un paciente tiene antecedentes de enfermedad periodontal, es importante que acuda a sus revisiones odontológicas a menudo para que lo detectemos a tiempo y tomemos las medidas pertinentes.

  1. Para el diagnóstico de la enfermedad periodontal, hacemos una serie radiográfica, además de un sondaje selectivo de cada zona del diente en el que medimos la distancia desde el borde gingival hasta el hueso alveolar circundante a la pieza, para evaluar la pérdida de hueso individualizada de cada zona.
  2. La distancia fisiológica desde el borde gingival hasta el hueso es de 2-3mm. Cuando esta distancia es superior, hablamos de enfermedad periodontal. Como es lógico pensar, a mayor distancia, mayor gravedad de la enfermedad.

El tratamiento periodontal consta de dos fases:

1º Fase: Consiste en limpiar y alisar exhaustivamente la superficie de la pieza adyacente a la bolsa que se forma, tanto para eliminar la placa de su interior como para evitar su fácil adhesión posterior. Éste se realiza por cuadrantes (dividimos la boca en 4 partes) y con anestesia local, es decir, en cada cita se realizará un cuadrante. Tras el tratamiento, se deja la bolsa totalmente limpia y la superficie de la pieza alisada, lo cual disminuye la acumulación de comida por haber eliminado la retención.

2º Fase: Es lo que denominamos tratamiento quirúrgico. No siempre es necesario (sólo en casos más graves). Tras la primera fase del tratamiento se hace una reevaluación al mes y comprobamos si ha habido mejoría, o si por lo contrario todo se mantiene igual. Si éste es el caso, el paciente tendrá que ser sometido al tratamiento quirúrgico, el cual consiste en elevar y despegar levemente sus encías tanto por vestibular y palatino de la zona a tratar, limpiamos y desinfectamos profusamente la zona y posteriormente suturamos recolocando los colgajos.

No se cura, pero sí se puede controlar con tratamiento profesional y buenos hábitos de higiene.

Cepillado minucioso después de las comidas, uso diario de seda o cepillos interproximales y mantenimientos periodontales cada 3-4-6 meses en clínica.

Con cirugías mucogingivales como injertos,  gingivectomías o alargamientos coronarios, según cada caso.

El sangrado suele ser un signo de inflamación (gingivitis) causada por la acumulación de placa bacteriana. No es normal que sangren, aunque no duela.

No. Requiere higiene correcta y tratamiento profesional. Ignorarlo puede agravar el problema.

No. Al contrario, ayudan a eliminar la placa y el sarro responsables de la inflamación. Puede haber algo de sensibilidad temporal, pero no daño.

  1. Sangrado al cepillarse o espontáneo
  2. Encías enrojecidas o inflamadas
  3. Mal aliento persistente
  4. Dientes que se “mueven”
  5. Retracción de encías

No es normal. Puede deberse a enfermedad periodontal, cepillado agresivo o malposiciones dentales. Es importante evaluarlo a tiempo.

No, pero existen tratamientos quirúrgicos o periodontales que pueden mejorar la estética y salud gingival.

Generalmente cada 3–6 meses, dependiendo de la gravedad y evolución de la enfermedad periodontal.

No es una enfermedad contagiosa clásica, pero las bacterias que la causan pueden transmitirse por la saliva.

Sí. Está relacionada con enfermedades cardiovasculares, diabetes, partos prematuros y otras afecciones sistémicas.

Sí, si no se trata a tiempo. La periodontitis es una de las principales causas de pérdida dental en adultos.

Sí. Con buena higiene diaria, revisiones periódicas y limpiezas profesionales regulares.

No siempre. Muchas veces no hay dolor, por eso es importante revisarse ante los primeros signos.

Se aconseja que los primeros días no se cepillen bruscamente por la zona donde hay suturas, y que no escupan ni se enjuaguen bruscamente durante las primeras 24h.

La enfermedad periodontal tiene la peculiaridad de que el paciente que la padece necesita un mantenimiento para evitar una pérdida de hueso adicional, que ya ha sido tratado y detenido. Es fundamental revisiones de un máximo de seis meses, en las que el paciente acude a nuestra consulta para realizarse sus mantenimientos periodontales. Es necesario individualizar cada caso, ya que no todos los pacientes periodontales tienen la misma gravedad de su enfermedad.

Normalmente, los pacientes que se someten a tratamiento periodontal suelen referir que sus dientes tienen un aspecto más largo. Esto es debido a que cuando las encías están sanas se retraen (suben) hacia una posición más cercana al hueso de soporte, ya que el fin del tratamiento es disminuir esta bolsa y mantener una buena salud periodontal.

Esta condición también le facilita al paciente su higiene. Recomendamos siempre el uso del cepillo eléctrico, seda dental, así como de los cepillos interproximales.

Endodoncia

El dolor puede deberse a una infección interna, un traumatismo o un problema en la raíz.

Es un tratamiento que elimina el nervio dañado del diente, limpia el conducto y lo sella para conservar la pieza.

No. Se realiza con anestesia local y es un tratamiento indoloro.

Cuando hay dolor intenso, sensibilidad prolongada, flemón o necrosis pulpar.

Dolor espontáneo, sensibilidad al calor o al frío, dolor al masticar o inflamación.

La infección puede avanzar, producir un flemón y poner en riesgo el diente y el hueso.

Puede haber molestias leves unos días, que ceden con antiinflamatorios.

Sí. Solo pueden presentarse ligeras molestias los primeros días.

Evita masticar con ese diente hasta finalizar el tratamiento. Es normal sentir ligera molestia unos días. Las piezas endodonciadas tienen más probabilidad de fractura, por lo que es importante, que cuando el profesional lo indique, se haga un recubrimiento de la pieza endodonciada, bien con una incrustación (endocrown) o una corona.

Puede tratarse de una reinfección. En esos casos se realiza una reendodoncia o, si es necesario, una cirugía apical.

Con un buen sellado y corona/incrustación si es necesaria, puede durar muchos años.

Estética dental

Ofrecemos distintos tratamientos como blanqueamiento dental, carillas, coronas estéticas, ortodoncia invisible y armonización de encías.

No. Cuando se realiza de forma profesional y controlada, es un tratamiento seguro que no daña el esmalte.

La duración depende de los hábitos del paciente (café, vino, tabaco…). En general, puede mantenerse entre 1 y 3 años con mantenimientos adecuados.

Sí. Las carillas actuales logran una estética muy natural y personalizada en forma, color y brillo.

Las de porcelana son más resistentes y duraderas, mientras que las de composite permiten correcciones más sencillas y conservadoras. La elección depende del caso y de las expectativas estéticas.

Sí. Primero se evalúa la salud bucal y se planifica el tratamiento para lograr un resultado armónico y duradero.

Es una planificación estética personalizada que permite ver cómo quedará tu sonrisa antes de empezar el tratamiento.

Sí. Mediante técnicas como la gingivectomía o el alargamiento coronario se puede equilibrar la proporción diente-encía.

Algunos tratamientos no la requieren (como el blanqueamiento). Otros, como carillas o remodelado gingival, se realizan con anestesia local para que el procedimiento sea completamente indoloro.

Sí, con tratamientos de blanqueamiento dental profesional o carillas estéticas.

Depende del caso: se puede restaurar con composite, carillas o coronas.

Sí. Se pueden reconstruir con materiales estéticos o rehabilitaciones completas.

En clínica, ambulatorio o combinado. No se debe abusar; siempre debe controlarlo un profesional.

Puede aparecer una ligera sensibilidad temporal, que desaparece en pocos días.

Sí, en muchos casos se colocan sin desgaste o con un tallado mínimo.

No siempre. En pacientes bruxistas debe valorarse cuidadosamente y usar férula nocturna si procede.

Debe realizarse con la boca sana, controlado por un profesional y evitando hábitos que manchen.