- Se define como la exposición excesiva de encía, generalmente la parte superior de la boca cuando la persona sonríe.
- El origen de esta lesión es variado. Puede ser por déficit de tamaño dentario, un problema óseo vertical del maxilar; o bien, problema muscular por hiperactivación de los músculos elevadores del labio.
- Las dos primeras causas se tratan mediante tratamiento dental; mientras que en el último supuesto es cuando está indicado realizar el bótox.
- Todas las sonrisas gingivales que tienen que ver con la hiperactivación muscular son tratables y se resuelven con un tratamiento de bótox.
- La toxina botulínica actúa como agente bloqueador y relajante de las terminaciones nerviosas de los músculos. En este caso, el los efectos del bótox se trasladan al músculo en concreto que está produciendo esa excesiva elevación del labio. Se produce una relajación muscular, que en ningún caso implica pérdida de movilidad. El resultado es una expresión absolutamente natural.
- El resultado no es definitivo, pero hay que tener en cuenta que el efecto del bótox es acumulativo, por lo tanto, que a medida que se realizan sesiones; éstas se van distanciando en el tiempo.
- La duración media de los efectos y de la siguiente sesión son unos 10 meses.
- Los tratamientos con toxina botulínica son tratamientos seguros que llevan muchos años utilizándose.
- Puede ser posible una ligera molestia o dolor durante las siguientes horas; pero no existen efectos secundarios ni de riesgo.